La procesionaria del pino puede matar a tu perro
Esta oruga con pelos venenosos se encuentra en pinares pero también en parques y jardines urbanos.
Parece un animal inofensivo pero nada más lejos de la realidad: la oruga procesionaria del pino puede hasta causar la muerte de un perro y afectar gravemente a las personas. Pero ¿qué es la procesionaria? Se trata de una oruga de unos 4 cm de longitud, muy peluda, que se desplaza por el suelo en grupo, más concretamente en fila india, de ahí el apelativo “procesionaria”.
Estos insectos son muy peligrosos debido a los 500.000 pelos (tricomas) altamente urticantes que cubren su cuerpo y de los que se desprenden si se sienten amenazados. No exageramos si decimos que son auténticos dardos tóxicos que en contacto con la piel de mascotas y humanos pueden producir desde reacciones cutáneas locales más o menos graves a lesiones en los ojos, en la piel, en los bronquios, anafilaxia severa y necrosis de la lengua del perro. Y atención porque no solo el contacto con el pelo urticante puede producirse porque se toque directamente por accidente sino que el viento puede transportarlo.
El ciclo biológico de la oruga procesionaria
Todo empieza cuando, en verano, la mariposa de la oruga procesionaria pone los huevos en un pino (también puede hacerlo en abetos y cedros). Más tarde, los huevos eclosionan y las orugas permanecen durante los meses fríos en el árbol, dentro de una especie de bolsa protectora conocida como bolsón, que tiene el aspecto de una bola de algodón. Allí se alimentarán sin descanso de las hojas del árbol (dañándolo seriamente si no se elimina la plaga a tiempo) y se protegerán del frío. Cuando hayan madurado descenderán por la corteza del árbol afectado. El descenso en procesión suele producirse en torno a febrero y marzo pero puede variar según la climatología pudiendo comenzar en enero o alargándose hasta abril (esto suele ocurrir cuando la temperatura es de unos 20 grados. Con el cambio climático esta condición cada vez se da antes). Las orugas se dirigen a una zona donde enterrarse para, posteriormente, convertirse en crisálidas y finalmente en mariposas. Pueden llegar a desplazarse hasta 30 metros en busca de un suelo blando adecuado para su fin. Es en este momento cuando son tan peligrosas, especialmente para los perros, que siempre andan olisqueándolo todo a su paso.
No te pierdas más información interesante sobre la oruga procesionaria, cómo actuar en caso de que el perro tenga contacto con ella, cómo evitarla, cómo detectar que ha sido alcanzado por el pelo urticante de esta y más en la galería de fotos a continuación.

La procesionaria del pino no solo está presente en el monte sino también en los parques y jardines de muchas ciudades. De hecho, todos los años suelen darse avisos de procesionaria en parques urbanos.

Muchos canes sienten curiosidad por la gran cantidad de orugas moviéndose en procesión, se acercan, las olisquean o se llevan los pelos en las patas. Al sentir dolor en las patas, se las pueden lamer y acabar con los pelos urticantes en la boca.

Los daños pueden ir desde un cuadro alérgico en el que se puede hinchar la cara, el esófago y el estómago, la amputación de partes de la lengua por necrosis, hasta la asfixia y muerte si la infección llega a la laringe. Por todo esto, es de vital importancia acudir lo más rápidamente posible al veterinario.

El contacto de la procesionaria puede provocar desde urticarias y reacciones leves en la piel hasta anafilaxia, si se es alérgico.

Dentro de lo posible, la mejor medida preventiva es evitar estar cerca de estas orugas.

Si crees que en la zona en la que estás con tu perro puede haber orugas procesionarias, no sueltes al perro, contrólalo en todo el momento con la correa.

Los síntomas más claros de que el perro ha estado en contacto con la oruga procesionaria son: nerviosismo, salivación excesiva, hinchazón de la lengua y/o los labios y, a veces, fiebre. También intentará rascarse la boca desesperadamente debido al dolor.

Si sospechas que tu perro ha tenido contacto con una procesionaria, llévalo corriendo al veterinario. Necesitará que le administre corticoides de acción rápida.

depo Insistimos en que lleves a tu mascota lo más rápidamente posible al veterinario ya que se pueden producir lesiones mayores y hasta la muerte en un plazo de entre una o dos horas desde el momento del contacto.

En el momento, puedes lavarle la boca al perro con agua pero no frotes ya que podrías romper los pelos de la oruga y se propagarían más las toxinas.

La procesionaria es una oruga social que vive en comunidad. De hecho son unas 60 las que forman la procesión que se desplaza desde el árbol al suelo.

No se sabe el porqué, pero la que guía la procesión de orugas es siempre una hembra.

La mariposa puede poner hasta 300 huevos que se quedarán adheridos todos juntos en la aguja de un pino.

Si en invierno ves en los árboles unas bolsas que se asemejan al algodón, lo que tendrás ante tus ojos son nidos de procesionaria.

Los árboles preferidos de las orugas procesionarias son: el pino negro, el pino canario, el pino silvestre, el marítimo, el carrasco y el pino piñonero. Adicionalmente también pueden anidar en cedros y abetos.

Ni se te ocurra manipular por tu cuenta una oruga procesionaria o el nido. Es peligroso y además podrías extender la plaga. Tampoco la pises aunque vayas calzado.

Debido a que cada vez hace más calor al final del invierno, las procesionarias aparecen antes.

El número de orugas procesionarias ha aumentado debido en parte a las grandes plantaciones de pinos en zonas mediterráneas.

Si ves procesionarias en un jardín o parque urbano, alerta a las autoridades municipales: policía, ayuntamiento, etc.

Las orugas procesionarias viven en las partes más cálidas del sur de Europa, norte de África y Oriente Próximo.