Temperatura del perro, ¿todo normal o tiene fiebre?
La temperatura del perro es de media más alta que la nuestra, unos 39 ºC (siendo válido un 0,5 por encima o debajo de esos grados) y les afecta de manera diferente los cambios de temperatura. No pienses que tu perro tiene fiebre si la trufa no está húmeda, el método más eficaz para conocer sus grados es usar un termómetro.
Nuestro animal vive las temperaturas de forma diferente a nosotros. Esto incluye la temperatura del ambiente en el que se encuentra pero también la de su cuerpo.
La temperatura del perro viene dada por la energía que le administra su alimentación, por el movimiento de sus músculos y por algunas sustancias corporales.
Si bien es verdad que cada parte del organismo tiene una temperatura diferente: no es la misma la que tiene en la axila que en la parte alta de la cabeza, todo dependerá de la temperatura exterior a la que esté expuesto.
Igualmente la temperatura del perro cambiará si está corriendo bajo el sol a si es de noche y está tumbado en su camita. Las circunstancias exteriores cambian pero los grados que presente en la zona anal son los que identificarán los grados que posee en el interior del cuerpo, además de ser los más estables pues no dependenden tanto del clima.
Nuestro perro perderá calor con la evaporación de agua a través de la respiración, a través de las heces y la orina, al “sudar” en ciertas zonas de la piel, en las perras cuando están ovulando o en las temperaturas frías.
Los cachorros tienen una temperatura menor a la de los adultos y los jóvenes sufren más diferencias en su temperatura
Para medir la temperatura del perro, el termómetro
Entre los utensilios básicos que debemos tener para el cuidado de nuestro can debe estar un termómetro. Este deberá ser digital, son más rápidos y eficaces y tienen mucho menos margen de error. Tendrá que ser de uso exclusivo del animal.
La manera de medirle la temperatura será por la vía rectal. Introduce la punta del termómetro por el ano de tu perro despacio, háblale mientras de manera calmada y acaríciale para que el momento sea lo más llevadero posible.
Si el aparato manifiesta que tu pequeño amigo ha sufrido un aumento de su temperatura, acude al veterinario para que averigüe qué le está ocurriendo, la fiebre es el síntoma de una enfermedad y hay que ponerle tratamiento.