Diferencias entre el pienso extrusionado y el prensado en frío

El pienso extrusionado

Es el típico, ese que siempre has visto en forma de croquetas o bolitas crujientes. El pienso extrusionado se cocina a muy altas temperaturas (hasta 140ºC) y se somete a altas presiones. El proceso, a grandes rasgos, es el siguiente: se desmenuzan los ingredientes, se cocinan, se secan y se les da forma de bolas, croquetas, etc. Llegados a este punto, hay que decir que durante el proceso de cocinado se habrán perdido gran cantidad de nutrientes por lo que, para compensar, al final se le añaden vitaminas, minerales, grasas y suplementos que lo haga más apetitoso.

Las croquetas que se obtienen pesan menos que el alimento prensado en frío. Este tipo de pienso es más fácil de conservar.

El pienso prensado en frío

El pienso prensado en frío se cocina a unos 70ºC-75ºC (70ºC es el mínimo que marca la ley para evitar la salmonelosis) por lo que mantiene mucho mejor sus nutrientes, las grasas no reaccionan (lo hacen a partir de los 100ºC) y no es necesario añadir nada al final. Los ingredientes se deshidratan, muelen y finalmente se prensan a baja temperatura. El alimento que se obtiene, en este caso, es muy compacto por lo que las raciones serán más pequeñas que con las croquetas extrusionadas (contienen más aire). También resulta más blando porque el cocinado a bajas temperaturas permite que se gelatinicen los almidones.

Este tipo de alimento se digiere mejor, el animal produce menor cantidad de heces (¡no te asustes!), tiene buena palatibidad y con menos cantidad el perro estará saciado. Eso sí, los piensos prensados en frío suelen ser más caros y más delicados de conservar.

Y por último, elijas el pienso que elijas, te recomendamos que tu colega coma después de pasear para evitar la torsión de estómago, un problema muy grave que puede costarle la vida.