¿Puede nuestro gato convivir con un ave?
Los gatos son curiosos por naturaleza y si llega un nuevo ser vivo de una especie desconocida a la casa van a querer interaccionar con él. El resultado no lo sabemos aún, ¿podrán convivir con un pájaro?
Las aves son animales completamente diferentes a los gatos físicamente pero también en referencia a su forma de ser. Si pensamos llevar uno de ellos a casa tenemos que conocer cómo actuar los primeros días para asentar unas buenas bases de convivencia. Toma nota porque los siguientes consejos serán vitales para que tu felino pueda convivir con un nuevo inquilino alado.
Permanece presente siempre que el felino y el pájaro estén en la misma estancia
Si nos ponemos a pensar en la relación de un gato y un pájaro es posible que se nos venga a la cabeza la relación tan turbulenta que tenían Silvester y Piolín, si cogemos a esta pareja como ejemplo las expectativas de conseguir que nuestro minino y un animal plumífero se lleven bien no son muy halagüeñas.
Esta serie tenía parte de razón aunque como buenos dibujos animados la historia estaba exagerada. Los gatos tienen instinto cazador y en estado salvaje los pájaros pueden ser una presa más que suculenta. Es por eso que, aunque tu minino viva en casa y esté domesticado, pueda apetecerle probar a tu ave o al menos juguetear con ella… Aunque no siempre va a ser así y si intervenimos de la manera que te vamos a comentar, puede haber luz al final del túnel.
¿Cómo los presentamos?
Lo más importante es que la jaula en la que va a vivir tu pájaro esté fuera del alcance del felino, sabemos que es difícil porque los gatos tienen la maña de llegar a todos los rincones pero inténtalo en la medida de lo posible. Además, deberá tener los barrotes fuertes y una cerradura firme, a prueba de las garras de tu minino.
Durante los primeros días tras la llegada del pájaro a casa tendrás que observar cada movimiento que haga el peludo siempre que esté en la misma habitación que el ave. En los momentos en los que se acerque demasiado a la jaula, coge tu arma secreta (un spray con agua) y rocíale con él desde una posición alejada, para que no te identifique a ti con la mala experiencia si no al hecho de aproximarse a la morada del otro animal.
Con las repeticiones de esta acción y el paso de los días tu felino entenderá el concepto y conseguiremos que deje en paz al pájaro.
Otro momento de peligro es aquellos en los que dejes revolotear en libertad al pájaro por la casa. Lo mejor es que el gato no esté presente en estos ratos así que sepárales en diferentes partes de la casa, no te decimos que le encierres en una sola habitación porque tu felino no ha hecho nada malo pero si hay una puerta que separe varias estancias de otras utilízala. También puedes soltar al pájaro por el salón (si es grande) y dejar al gato en el resto de la casa, o viceversa.